sábado, 20 de diciembre de 2014

Babuinos y avestruces

20 de diciembre de 2014 -

A las 5,30 me levanto. Tras ducharme y afeitarme, bajo a desayunar a las 6,30 (soy el primero en el comedor) y subo un rato a escribir en el diario. A las 7,45 tenemos un “briefing” con el guía y a las 8,30 emprendemos el tour. Elena me presenta a sus hijos, David y Daniel, de 25 y 27 años respectivamente, y a sus amigos Sergio, un arquitecto argentino afincado en Estados Unidos, y Brigitte, su antigua “roommate”, casada con Sergio y de procedencia alemana.

Nuestra primera parada es Maiden’s Cove, una playa espectacular situada en una zona rica. Luego seguimos el recorrido hasta Hout Bay, un puerto pesquero sin nada especialmente reseñable. Al entrar en la reserva natural del Cabo de Buena Esperanza vemos algunos animales: avestruces, una especie de antílopes y babuinos con sus crías. En el Parque nos acercamos a Cape Point, desde donde se divisan unas vistas espectaculares del Cabo de Buena Esperanza, el lugar más al suroeste del continente africano. El paisaje es realmente magnifico y el agua tiene unos colores asombrosos. Descendemos con el autobús hasta el Cabo y, tras parar 10 minutos, nos acercamos a Simon’s Town, el pueblo donde vamos a almorzar y a visitar una pingüinera. La pingüinera no es nada del otro mundo. Me gustaron más las de la Patagonia, aunque no deja de ser curioso ver las colonias de pingüinos africanos.
















Nuestra última parada del día es el Jardín Botánico. Llegamos al hotel sobre las seis y diez. A las siete es la cena de bienvenida. Aunque el tiempo está justo, bajo media hora al gimnasio, lo que me supone retrasarme un poco para la cena. De todas formas, los hijos de Elena llegan algo más tarde, porque se han acercado al Waterfront a comprar unas camisetas y unos pantalones cortos para poder utilizar el gimnasio. Tras la cena, subo a la habitación a ponerme al día con el diario. Mañana tocan diana otra vez a las 6,30. 

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